Para enfrentarnos a un problema lo primero se necesita es tener consciencia de su existencia. Una vez conocido, si realmente queremos solucionarlo necesitamos actuar sobre sus causas, sus raíces en lugar de centrarnos en sus consecuencias.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre con el suelo. Es suelo es un ser vivo al que la mayoría de las personas ven como un mero objeto inerte, un simple contenedor en el que depositamos todo aquello que nos sirve y que no nos sirve.
¿ Las consecuencias de esto? Pérdida de biodiversidad, falta de capacidad de retención de agua, falta de capacidad de retención de CO2 con el impacto que esto tiene sobre el calentamiento global, escasez de nutrientes que transferir a los alimentos que nosotros tomamos… así podríamos seguir escribiendo línea y líneas.
¿ Somos conscientes de este problema? En gran parte no. Las historias que recibimos de los medios de comunicación de masas, que tienen una influencia importante en la configuración del pensamiento mayoritario de la población, no nos hablan de ello más que en contadas ocasiones. Has de darte cuenta por ti misma del problema y buscar en foros y redes sociales información sobre ello.
¿ Y cuál es la raíz de este problema? ¿ El uso de fertilizantes y pesticidas? ¿la urbanización descontrolada? ¿ los vertederos? ¿el monocultivo? ¿ la agricultura y ganadería extensiva? …
Una vez más podríamos escribir lineas y lineas sobre ello, centrándonos como es habitual en las consecuencias y no en las causas.
Si observamos con quietud y con una mente abierta veremos que el problema es el modelo de propiedad del suelo que nuestra sociedad ha aceptado. Un modelo de propiedad que otorga derechos pero no exige responsabilidades. Un modelo de propiedad que ha puesto en manos de unos pocos partes de nuestra vida que son imprescindibles para el bien colectivo. Un modelo de propiedad que nos roba la soberanía de vivir y la pone en manos de quienes lo han creado y lo defienden mediante relatos, mediante una narrativa que coloniza las mentes de muchas personas que no creen que exista ningún otro modelo posible.
Es imprescindible que volvamos a un modelo de propiedad común del suelo, a otorgar responsabilidades sobre él a aquellas personas, colectivos o empresas que lo utilizan en base a su regeneración y cuidado. Proyectos que devuelva la vida al suelo y con ello nos devuelvan a nosotros la soberanía de nuestras vidas.
Mans al Terra toma como propósito último ese retorno del suelo a su libertad frente a liberalización de su uso con fines meramente económicos imperante hoy en día. Para ello pretende actuar sobre la raíz del problema, sobre la propiedad del suelo.
Es de ingenuo pensar que podemos enfrentarnos a este modelo de propiedad y a sus defensores. La estrategia es otra: utilizarlo.
Se ha creado un fondo colectivo a través del cuál aglutinar los recursos que se obtiene por la participación de las personas que decidan ir más allá del like de Instagram o Facebook. Con este fondo se va a llevar a cabo un proceso continuo de acopiamiento suelos que posteriormente serán puestos a disposición de colectivos y entidades que cuenten con proyectos cuya sostenibilidad se base en la regeneración del suelo, en forma de cesión de uso.
El modelo de propiedad, basado en los derechos que otorga la propiedad privada, nos permite crear un espacio de gran escala en el que decidir libremente el establecimiento de un sistema de propiedad de los comunes basado en un reglamento interno construido colectivamente. La forma de propiedad que dará cobijo a esto es una forma de propiedad colectiva basada fundación todavía por constituir.
Actualmente Mans al Terra es una asociación creada para crear y construir esta comunidad a la que te invitamos a sumarte. El objetivo de la creación de este entidad es la dinamización de todo el proceso: creación de la comunidad y compra de las primeras tierras, constitución de la Fundación.
Se está creando una comunidad e Participantes Socioambientales Solidarios que llevan a cabo esta tarea. Aportando fondos, difundiendo el mensaje, trabajando en la regeneración de suelos , aportando y liderando iniciativas e ideas.
Hasta el momento se ha constituido dos colectivos a los que Mans al Terra ha proporcionado tierras donde aprender y desarrollar su proyecto de autoconsumo. Una de las claves es la construcción de una comunidad resiliente y capaz con el necesario conocimiento para transformar terrenos yermos, o trabajados desde la mirada agroindustrial durante muchos años, en nuevos espacios vivos y biodiversos en los que obtener alimentación sana nutritiva fruto de procesos respetuosos con el suelo. Un conocimiento que desde el colectivo de la asociación del Camp ala Taula proporcionan en modalidad de código abierto del mismo modo que muchas otras entidades facilitan en otros territorios en otros países. Simplemente búscalos. Te garantizo que están.
Las riquezas que el suelo sano comparte con nosotras van mucho más allá de la alimentación. La captura de CO2, certificable y monetizable a través del Mercado Voluntario que incentiva proyectos de captura de carbono mediante la adquisición de esos certificados. O el incremento en la captura del agua de lluvia, o la inexistencia de plagas en los cultivos gracias al equilibrio ecosistémico que se consigue, o…. una vez más, podríamos escribir líneas y líneas de beneficios.
Para que todo esto sea viable es necesario escalar el proyecto a otro nivel. Eres necesaria tú, eres necesario tú, somos necesarios todes. Apaga la tele, levántate del sofá aunque solo sea para compartir esto con las personas de tu entorno y cambiemos entre todos y todas el relato. Empecemos a hablar de lo importante para el común: la vida y su regeneración.
Infórmate en el 631 345 465, en info@mansalterra.org, en la web mansalterra.org, en Instagram @mansalterra, infórmate y da un paso más. Participa, aporta recursos. No importa si es con un bizum de 2 euros o una transferencia de 2000. Lo importante es que seas parte.
Conviértete en una persona Participante Socioambiental Solidaria.